Proyecto

¿Y si hacemos una revista?

La pregunta surge de forma espontánea en el contexto de una clase expositiva en la que se introduce el texto periodístico y se compara con los textos narrativos. La clase es de primero de ESO, un grupo bastante homogéneo de 33 alumnos bastante ruidosos, pero trabajadores, de buenos alumnos que responden entusiasmados con un «SÍ» indiscutible a la propuesta.

Es el momento de ponerse a trabajar para orquestar bien un proyecto que no reduzca la motivación ya creada sin ningún tipo de elaboración previa.

Se pretende trabajar, en la clase de Lengua castellana, el idioma en un contexto real para crear un producto vivo, la revista, que permanezca y tenga continuidad. Este objetivo básico implica no sólo un trabajo lingüístico (lectura y escritura) sino también tecnológico (soporte digital).

Con el pretexto de la realización de la revista podremos introducir el texto periodístico y la estructura de una publicación, pero también el tratamiento de la imagen y el diseño en general; la necesidad de cuidar de aspectos formales como la ortografía; la reflexión sobre la diferencia entre información y opinión; la búsqueda de información y su posterior elaboración, citando las fuentes que nos proporcionan los datos o los materiales; una visión de distintas posibilidades tecnológicas de publicación en Internet; el trabajo individual y en grupos, colaborativo y asumiendo distintos roles; la evaluación entre iguales como parte importante del proceso; la necesidad de compartir los conocimientos individuales y grupales para conseguir un producto creado de forma colectiva en el que todos nos sintamos involucrados.

Es evidente que el planteamiento es competencial y son muchas las competencias que intervendrán en el proceso, sin embargo, el tiempo no me permitía elaborar una programación previa; me pareció mucho más interesante dejar fluir las ideas y modificar los presupuestos en función de la respuesta del grupo. Crear, sobre la marcha, un embrión de futuro ABP, dejando que las iniciativas del alumnado colaborasen en el diseño de la actividad.

Construir los cimientos 

El segundo paso fue crear un entorno de trabajo para ofrecer a los alumnos un espacio de encuentro, consulta y trabajo. Así creé un curso en Moodle para hacerles llegar los materiales que serían presentados en clase, los que podrían utilizar como inicio de su investigación y los instrumentos de comunicación (foros y consultas), de entrega de trabajos individuales y herramientas para el trabajo en grupo.

En la primera sesión de una hora proyecté en la PDI un vídeo —¿Cómo se hace una revista?—, disponible en You Tube, sobre el proceso de creación de una revista convencional. No hay palabras, se refleja el proceso de trabajo creativo en grupo, desde las ideas iniciales hasta la producción y distribución final.

Después, un fragmento de otro vídeo más explicativo, en el que omití la parte de producción en la imprenta puesto que nuestro producto no sería impreso en papel. Sin embargo, ellos si pueden ver, ya en su casa, el vídeo completo.



Propuse también que individualmente o en grupo contemplasen varias revistas escolares realizadas con diferentes posibilidades tecnológicas, para ver cuál de ellas podían preferir.

• El món de SantR@mon (Google Sites) 
• La PUÇA (blog, en Blogger) 
• PUPPET THEATRE IN CLASS (Creada en Themeefy.com)
• Proyecto Chaparil (Creada en Flash)

Poco a poco iré trasladando estos recursos que están en nuestro Moodle al blog.

A continuación planteé la necesidad de tener un título y crear unas secciones, para lo cual propuse en principio una herramienta de la web 2.0 que permite crear una lluvia de ideas interactiva —http://answergarden.ch—, les gustó, pero que no acabó siendo el instrumento ideal puesto que permite bromas, más o menos oportunas, que distraían la atención.

La actividad propuesta para realizar en casa consistió en escribir un artículo para la revista. El artículo podía ser escrito con total libertad, sin limitación de tema o de extensión y debía aportar imágenes, propias o ajenas, pero citando la fuente.

Segunda sesión

El título final surgió de una consulta realizada en Moodle en la que ellos propusieron los títulos posibles y los votaron. Hizo falta una segunda ronda de votaciones, a partir de la propuesta de una de las chicas, dado que la mayoría de la clase no acababa de sentirse identificada con el título votado por la minoría mayoritaria.

Una vez decidido el título y el soporte, un blog, les pedí que hicieran siete grupos de cuatro personas y uno de cinco para que corrigieran y evaluaran sus propios textos y, después, propusieran la sección en la que debían aparecer. Uno de los grupos ideó una tabla para resumir las valoraciones, la tabla fue utilizada por el resto de los grupos.

Tres sesiones más

Se propusieron las distintas secciones de la revista y, mediante otra consulta en Moodle, los alumnos se agruparon para formar los equipos de las secciones de contenido, el equipo de diseño y el edición. Los miembros del equipo de diseño tendrían permisos de administración del blog y los de edición permisos de publicación.

Tras una mínima explicación de las posibilidades del blog, empezó el trabajo de diseño, probaron plantillas y distintas opciones de tipografías y fondos, el blog se fue transformando de forma frenética, cada cinco minutos el resultado era distinto y tuve que recordar la necesidad de trabajar en equipo y pactar las decisiones.

Entre tanto, el resto de grupos pudieron empezar a valorar los textos de cada sección mediante un cuestionario realizado en Google Drive y los miembros del equipo de edición empezaron a publicar textos.

Dos sesiones más sirvieron para completar el trabajo, la revista estaba completa. Me reservé la realización de un sumario, del que hablaremos en clase más adelante. El próximo lo harán ellos. Falta la reflexión en grupo. Apenas he tenido tiempo para felicitarlos, porque el trabajo que han hecho es excelente.

Ahora me queda el análisis de los datos, la revisión de sus propias valoraciones que tendrán un peso importante en la calificación final, junto con mi evaluación que, en general, es más que positiva y, por supuesto, la evaluación del proceso, que es lo fundamental.

Cuando lleguen las vacaciones escribiré el informe completo, ahora, con el fin de curso, es imposible.

Consecuencias 

Los alumnos están creando sus propios blogs, algunos son accesibles ya desde la columna derecha de este espacio, han aprendido y han creado conocimiento entre ellos. Creo que se sienten orgullosos, yo mucho más.

Ya me rondan ideas para seguir trabajando: continuar la revista, abrirla a otros grupos y ver cómo trabajar la diversidad; aprovechar que ya tenemos alumnos “expertos” para que guíen a los que se incorporen; adaptar contenidos del temario para trabajarlos desde otra perspectiva dentro de la publicación; escuchar las nuevas propuestas que puedan aportar los alumnos…

Hoy es domingo, 16 de junio de 2013, en la ciudad de Barcelona el profesor sigue aprendiendo, continuará…